ENCUENTRO DEPORTIVO: DOCENTES VS ESTUDIANTES

Un sábado de deporte

El pasado sábado 10 de mayo, nuestra academia se llenó de energía y espíritu deportivo con un enfrentamiento fuera de lo común. Docentes y estudiantes se reunieron para participar en un vibrante partido de baby fútbol. Este evento fue una oportunidad perfecta para fortalecer los lazos entre docentes y alumnos mientras se disfrutaba de un ambiente bastante competitivo y animado.

Dos equipos, una victoria

Desde el inicio se notó la competitividad entre ambos equipos, debido a esto es que finalmente jugaron dos partidos. Los docentes, aunque en su mayoría no son profesionales del fútbol, mostraron una gran determinación en el campo, aprovechando su experiencia y trabajo en equipo. Por su parte, los estudiantes demostraron agilidad y técnica, lo que generó un emocionante juego que mantuvo a todos atentos de principio a fin del encuentro.

A lo largo del partido, ambos equipos pusieron todo de sí para llevarse la victoria. Sin embargo, el experimentado equipo de los profesores logró marcar 10 goles en el primer partido, dejando una derrota aplastante para sus hábiles contrincantes, los cuales por su lado, terminaron el partido con 6 goles. Este momento encendió el ánimo de los docentes, por lo que luego de un breve descanso comenzaron su segundo y último juego.

Los dos equipos que estaban dejando todo en la cancha, dieron por finalizado el partido con la doble victoria de unos ya agotados docentes, los que hicieron nuevamente 10 anotaciones al arco, contra el equipo de estudiantes, que hicieron esta vez 4 anotaciones.

Más allá del marcador, lo importante de este evento fue la camaradería que se generó entre todos los asistentes. Poder generar estas instancias de competencia, juego y trabajo en equipo, nos ayuda en gran medida a fortalecer lazos dentro de nuestra comunidad académica.

Y como no podía faltar una mención especial... a nuestros estimados derrotados: hicieron un buen intento, pero aún no se inventa un joystick que le gane a profes con rodillas crujientes y orgullo herido. Nos vemos a la próxima, con más goles y menos relatos épicos de casi goles.